Bolas - Tipología y características

Seguramente las bolas es uno de los factores de juego fundamentales en un partido de squash

La lanzamos alrededor de una pista cuadra y la perseguimos...y a veces son la causa de un sentimiento de frustración, pero ¿qué tipo de bolas hay y por qué una buena elección es tan importante?

¿Qué es una bola de squash?


El squash usa bolas huecas de goma fabricadas en 2 mitades y pegadas entre ellas. Hay varios tipos de bolas en este deporte y cada una con unas características distintas dirigidas a los distintos niveles de juego que pueden existir, por lo que la elección de esta afectará enormemente al tipo de juego y calidad del partido que puedas tener.

Las bolas son prácticamente iguales en lo que refiere a apariencia general y el material de fabricación, pero definitivamente no lo son en la forma de rebotar en el suelo y las paredes.

Las bolas de squash son generalmente de color negro o azul oscuro y se distinguen unas de otras  por los pequeños puntos de color que tengan en ellas y los cuales les dan nombre.




Tipos de bola:


Los diferentes tipos de bola que se usen afectarán sobre todo a la velocidad del juego.

La bola de principiantes tiene un único punto azul. Estas bolas son las que más botan y permiten al jugador tener más tiempo para poder llegar a ellas antes del segundo bote. Consiguen por tanto que los puntos se alarguen más y dan mejor opción a mejorar en el juego.

En el otro extremo tenemos las bolas más avanzadas, las de doble punto amarillo. Son las que menos botan y las que menos despedidas salen de la pared, forzando a los jugadores a reaccionar y moverse más deprisa para seguir llegar a golpearla y mantener el punto vivo. La bola de doble punto amarillo es la usada en los torneos profesionales y fue introducida en el año 2000 en sustitución de su predecesora de mismo color pero un solo punto.

En este cuadro se muestra un pequeño resumen de la tipología explicada:

bola pelota punto amarillo rojo azul blanco


En este otro gráfico también puede observarse de una manera más visual lo hablado anteriormente:



Calentar las bolas:

¡Recuerda! Todos los niveles de squash requieren de un calentamiento previo de bola antes de alcanzar el bote adecuado. Una pelota fría prácticamente no rebotará, da igual el tipo que sea, por lo que tomate tu tiempo en asegurar que la pelota está en su punto óptimo.

No tengas prisa por querer cambiar cuanto antes al amarillo, cada nivel y tipo de bola te permitirá jugar con comodidad e ir mejorando tus habilidades con la raqueta.


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